Sí, todos hemos visto el estilo de vida de nómada digital: La foto de la computadora con el correo abierto en la playa, y todo parece indicar que es el sueño y la vida perfecta, pero ¿En verdad lo es? Después de 4 años viajando, aquí te cuento los inconvenientes del trabajo desde cualquier lugar, así que aunque no quieran monologué, aquí les va:

1. Buscar casa a cada rato.

Si creen que la vida ya es complicada, súmenle que al menos 2 veces al mes, no sé si tendré una cama al día siguiente. Aunque me encanta andar del tingo al tango y recorriendo los rinconcitos más reconditos de cada país, odio con todo mi ser buscar hospedaje, ya que no solo es el buscarlo, sino encontrar uno que se ajuste a mi presupuesto, tenga un wifi decente y un lugar para sentarme con mi computadora. Aunque páginas como booking.com y hostelworld.com ayudan bastante, si me ha tocado incluso hacer una peregrinación al llegar al pueblito para buscar dónde quedarme. No lo recomiendo para nada 🥲

2. Tener que cargar mi vida en la espalda

Yo sé que no todos los nómadas viven bajo presupuesto apretado como yo, o que incluso, no se animan a mochilear, pero esta es la forma en la que lo puedo hacer para que me hagan rendir mis pesitos, así que me toca traer el 95% de mis pertenencias en la vida cargadas al lomo. Como el peso que puedo cargar es limitado, a veces si tengo que sacrificar cosas en mi vida diaria (coff coff, usar el mismo outfit mil veces, jamás usar plancha del cabello y tener solo 2 pares de zapatos) Bien dicen que Dios le da sus peores batallas a sus mejores guerreros 🤪

3. No estar con mis amigos y familia

Aunque esto no es obligatorio, si llega a ser muy difícil en ocasiones. Por ejemplo, si estoy en otro país, ya ni se diga continente, poder ir a cumpleaños, bodas y graduaciones, es casi imposible, ya que por más que quisiera, me resulta muy caro hacerlo. Amigos, familia, ustedes saben que si me pesaran el corazón en el mostrador del aeropuerto, no me dejarían subir porque los llevo a todos en el corazón 🥺

4. El novio ni pa’ cuando

Si de por sí conseguir un pez en este océano que es la vida es difícil, ahora imagínense tener que encontrar uno que esté igual de loco que yo para estarse mudando de ciudad cada mes. A veces si me he encontrado uno que otro pero nada que dure mucho, la verdad es que ya ni me agüito y al contrario, aprecio a cada una de las personas que están y pasan por mi vida (a ver, que tampoco son tantoooos, luego así se hacen los chismes 😜)

Pero bueno, basta que quejarse, ya que dicen que él que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe, y como mi íntima amiga Miley Cyrus dijo en su magnum opus “7 things”, si ya dije las que no me gustan, ahora les voy a decir los beneficios de mi vida como nómada digital y lo que hace que todo valga la pena.

1. Buscar casa a cada rato.

Aunque en ocasiones he tenido que dormir en cocheras, sillones y hasta tirada en la playa, el hacerlo me ha permitido ver los amaneceres más increíbles, darme cuenta de lo mucho que mi cuerpo puede hacer escalando montañas y volcanes, nadar bajo las estrellas en playas desiertas, probar la mejor comida de los puestitos de muchas esquinas y desafiarme todos los días y en verdad es algo que espero poder seguir haciendo toda mi vida.

Algo que me da mucha paz mental es saber que, incluso aunque ande de aventurera fuera del país, estoy protegida por mi seguro de viajes en caso de que me pase algo. Desde que empecé a viajar sola, SafetyWing siempre me acompaña y me ha salvado ya de varias situaciones. Además, no le tengo que avisar dónde voy a estar, ya que sin importar si empiezo, termino o continúo un viaje en diferentes lugares, el seguro seguirá vigente. Les dejo el enlace donde ustedes también lo pueden adquirir (y aunque este enlace me da una pequeñita comisión, con o sin ella, yo de todas formas les haría promoción).

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_{Algunas de mis patoaventuras de los últimos 6 meses}

2. Tener que cargar mi vida en la espalda

El tener un espacio tan limitado me ha hecho deshacerme de muchas cosas, pero lo más importante es que me ha hecho darme cuenta de que lo material es lo menos importante en esta vida (al menos para mí), y esta realización me ha permitido liberarme de mucha carga mental.

3. No estar con mis amigos y familia

No me malinterpreten, por supuesto que los extraño y son mi vida, pero si todos nos quedáramos en nuestro lugar de origen, en el mismo lugar, con las mismas personas, jamás podríamos llegar a saber qué es lo que podemos lograr. Les puedo asegurar que la Dalia de antes de viajar y la de ahora son personas completamente distintas, no se si para bien, pero el cambio sí que está presente.

4. El novio ni pa’ cuando

-Dijo la quedada, ahhh se crean. No les voy a mentir, el poder salir con personas de diferentes nacionalidades ha cambiado por completo mi forma de ver las relaciones y mi definición del “amor”. Mi muy personal opinión es que, de ser posible, todas las personas se deberían de dar la oportunidad de salirse por completo de donde son y salir con personas de todos los colores, tamaños y formas para poder terminar de conocerse a sí mismos y en verdad saber qué es lo que les gusta y lo que no. En mi caso, ni me apura no tener novio, ya que por ahí debe de andar un loco igual que yo y, si el universo así lo quiere, algún día el “invisible string” nos va a unir.

¿Qué opinan de estos pros y contras del trabajo remoto? Al final del día, toda moneda tiene dos caras y aunque para mí el lado positivo siempre supera al negativo, si ustedes también quieren hacerlo, les diría que es muy importante analizar las ventajas y desventajas del trabajo como freelancer y decidir si esto en realidad es para ustedes.