Como saben, yo siempre ando viendo cual es la manera más práctica para viajar y esto hace que no siempre mis fechas coincidan. Gracias a esto he podido visitar ciudades que ni tenía pensado, como Frankfurt. Elegí esta ciudad porque me quedaba cerca de Münster donde me quedé en CouchSurfing y Koblenz, a donde iba a cuidar unas mascotas.

Día 1

Decidí quedarme en un hostal que la verdad me impresionó, es de la cadena A&O y está increíble lo que recibes por el precio que pagas. La estancia me costó cerca de €12.5 por noche y era en un cuarto compartido con 3 otras personas pero teníamos baño propio en la recámara, que era un muy buen upgrade de compartir cama con 9 personas en Amsterdam y baño con todo el piso. Una vez habiendo dejando las maletas, era hora de salir.

Los días que estuve ahí compré el pase de transporte diario que cuesta €6.20 y te permite usar buses, trenes y metros dentro de la ciudad, es una ganga a comparación de comprar un ticket por evento que te costaría €2.40 y si van en grupo, incluso les recomiendo comprar el pase del día para grupos que cuestan tan solo €9.20 y funciona hasta para 5 personas.

La primera actividad claro, no podía ser otra que el Free Walking Tour, para encontrarlos siempre googleo “Free Walking Tour *ciudad*” y te salen muchísimas opciones en diferentes idiomas y horarios. Nuestro grupo era bastante pequeño supongo que fue porque era entre semana pero estuvo muy entretenido y pudimos aprender varias cosas de la ciudad mientras la recorríamos.

Ya después del tour, me aventuré a visitar la ciudad yo sola y lo primero fue el centro reconstruido llamado Römerberg, un lugar imperdible ya que sientes que estás en otra epoca aunque toda la fachada sea falsa.

Si tienes antojo de algo dulce, te recomiendo la pastelería Condit Couture, que nos recomendó muchísimo el guía.

Muy cerca del Römerberg está la catedral de Frankfurt o en alemán “Frankfurter Dom” que te recomiendo visitar para que subas la torre y puedas tener la vista más bonita de la ciudad. La entrada únicamente cuesta €3 y vale muchísimo la pena subir los más de 300 escalones para llegar.

Lo siguiente en el itinerario sería visitar el puente Eisener, donde podrán ser testigo del amor de miles de parejitas que año con año van a plasmar su amor en un candado que después colocan en el puente. Un Fun Fact es que Frankfurt no retira estos candados, opuesto a lo que pasa en Paris, por lo que si quieren que su amor sea duradero, vengan a colocar el suyo aquí y no a Paris, donde solo terminará en una fábrica de reciclaje.

Cruzando el puente van a llegar a la zona conocida como “Museumsufer” y en verdad les recomendaría ampliamente visitar alguno de los museos de la zona, además de que pueden aprovechar el “Museumsufer-ticket” que solo cuesta €21, es válido por 2 días y les da acceso a más de 29 museos de la zona. Yo me quedé con las ganas de visitar el Städel Museum pero me tuve que regresar al hostal a trabajar. Los viajes no se pagan solos 🙁

Día 2

El día 2 lo aproveché para visitar algunos lugares y tomar fotografías.

El primero fue la Opera de Frankfurt, donde claro, puedes atender algún espectáculo que tengan en ese momento. Puedes revisar todas las funciones en esta página.

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Después visité la Eschenheimer Turm, que es una torrecita que se ve super fuera de lugar en medio de todos los edificios. En la actualidad es un restaurante y aunque no es muy caro, sí es muy pequeñito. Si tienen ganas de subirla, pueden entrar muy respetuosamente al lugar y pedir si pueden ir al baño, este tip fue patrocinado por el guía del tour.

Como me dio hambre y aún quería seguir tomando fotos, decidí combinar las 2 cosas. Una vista muy bonita de la ciudad la pueden obtener visitando el centro comercial “Galeria Kaufhof”. Si suben al restaurante, podrán encontrar muy buena comida a un buen precio y lo mejor de todo, con una postal de la ciudad de vista. Aquí aproveche a probar el platillo típico “Schnitzel” que es milanesa de puerco o res empanizada en una salsa de champiñones, me costó €10.75.

No me podía ir de la ciudad sin antes tomar una foto (más jaja) de la vista de los edificios desde uno de sus muchos puentes. Así que antes de irme al hostal, aproveché para tomar la fotografía que está al inicio del post y que se ha convertido en una de mis favoritas.